Una vida más sustentable en la ciudad
No es un secreto para nadie que vivimos en crisis. Una crisis económica, social y ambiental (Damián, 2017). Desde hace unos años nos hemos enfrentado al derretimiento de los glaciares, al aumento de temperaturas y del nivel del mar, disminución de las precipitaciones, eventos climáticos extremos como mega sequías o inundaciones y cada día existe mayor sobrepoblación, junto con aire más contaminado(Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia, 2015) y así suma y sigue, todo lo anterior es para referirme a el llamado cambio climático y de los efectos negativos que ha tenido y que muy posiblemente tendrá en el futuro en el mundo en que vivimos.
La pregunta que surge ante este escenario es: ¿Cómo podemos solucionar o apalear este gran problema? Este es sin duda un tema preocupante para muchos, es por esto que desde hace algunos años se ha pensado la sustentabilidad y el desarrollo sustentable a nivel mundial.
El Desarrollo es Sostenible se define como cuando se satisface las necesidades de las generaciones presentes, sin comprometer la capacidad de satisfacer las necesidades de las generaciones futuras (ONU, 1987). Los países han pensado en diferentes espacios de discusión sobre este tema, es así como el 25 de septiembre de 2015, los líderes mundiales adoptaron un conjunto de objetivos globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible. Cada objetivo tiene metas específicas que deben alcanzarse en los próximos 15 años. Para alcanzar estas metas, todo el mundo tiene que hacer su parte: los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil y personas como usted (PNUD, 2015).
Si bien ya existen iniciativas globales, también es importante las iniciativas personales y esta decisión de generar una acción nace a partir, para mí, de un despertar de la consciencia. Desde pequeña amé la naturaleza, ir al cerro, poder disfrutar del campo en la casa de mis abuelos, a medida que fui creciendo mi mamá me enseñó a reciclar por un rol social, ya que siempre lo recuperado era para fundaciones, a reparar mi ropa, y a utilizar más de una vez los envases de la comida, que todo podía servir más de una vez o a tener necesidades reales y no ser una persona consumista, en ese momento no sabía que con pequeñas acciones estaba ayudando al mundo. Hace 3 años que trato de vivir una vida más sustentable, a que me refiero con esto, a pensar que cada acción que realizó tiene una consecuencia y que siempre hay una opción que genera menos impacto. Cada día me hace más sentido las R de la sustentabilidad.
Las R de la sustentabilidad, son Rechazar, Reducir, Reutilizar y Reciclar, según muchos textos de estudio. Yo le sumaria la más importante, que es Repensar, según la web es, “El proceso de repensar está referido a hacer una evaluación exhaustiva de cómo se están haciendo las cosas, materias primas y productos, procesos y procedimientos, con la finalidad de hacer los cambios que sean necesarios”(Gestiopolis, s. f.) , yo lo interiorizo de la siguiente manera, todo nace desde un pensamiento diferente, desde un pensamiento más consciente y llevándolo a ejemplos cotidianos, desde cómo me alimento sustentablemente, como trato a mi cuerpo de forma consciente hasta transportarse en bicicleta en la ciudad, ya que el transporte supone un 40 % del total de emisiones de carbono emitidas a la atmósfera (Terra org, s. f.).
Rechazar generar un residuo, contribuye significativamente a no empeorar el entorno medioambiental actual, es decir que no a todo lo que yo sé que genera un gran impacto como ejemplo el rechazo a el uso de carbón como fuente de energía o rechazo del consumo de carne porque se requieren 15.000 litros de agua para generar un kilo de carne y porque la ganadería es, el sector que más gases de efecto invernadero (GEI) emite, aproximadamente el 18% según la FAO (Organización de las Naciones Unidad para la Alimentación y la Agricultura, 2012).
Reducir es “minimizar la cantidad de residuos sólidos generados para disminuir los impactos ambientales y los costos asociados a su manipulación” (Vega, 2018), es decir, es disminuir el impacto que puede tener una acción o opción que yo elija, por ejemplo, si bien necesitamos ducharnos, reducir el desperdicio de agua, bañarse el tiempo justo y necesario, ya que por 5 min de baño se gastan 60 L de agua (SISS-CHILE, 2012).
Reutilizar es “la acción mediante la cual productos o componentes de productos desechados se utilizan de nuevo, sin involucrar un proceso productivo, volver a darle vida útil a ciertos elementos descartados en la vida diaria” (Vega, 2018), por ejemplo, poleras y ropa vieja pueden convertirse en manteles, bolsas y otra ropa.
Reciclar es el empleo de un residuo como insumo o materia prima en un proceso productivo, incluyendo el co-procesamiento y compostaje, pero excluyendo la valorización energética(Vega, 2018). Obtener, a partir distintos elementos, los materiales de los que están hechos para volver a utilizarlos en la fabricación de productos, por ejemplo constantemente consumo vegetales y puedo disminuir la cantidad de residuos compostando la materia orgánica y generando tierra de hoja. Se estima que cada chileno genera 1,25 kilos diarios de residuos, a nivel nacional generamos más de 21 mil toneladas al día (Codexverde, 2017).
Según el trabajo realizado, el llamado es a no quedarse mirando viendo como todo pasa y tomar acción, de una u otra forma todo lo que hagamos sobre la tierra tiene un impacto negativo en nosotros mismos, si seguimos teniendo una ciudad cada día más contaminada seguiremos respirando aire cada vez más toxico, si no reciclamos y reducimos nuestro consumo de plástico se seguirán formando islas en el océano de basura y los peces que el ser humano se alimenta vendrán con micro plástico que generará que nos seguiremos enfermando y viviendo en un mundo cada día más hostil.
Todos los grandes cambios, empezaron de un pequeño cambio, aún estamos a tiempo de incrementar nuestra resiliencia frente al cambio climático de origen antrópico.
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